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Introducción
La palabra «líder», comprende valores y actitudes como empatía, confianza, mando y capacidad para tomar decisiones. Además, es un término que existe en todos los ámbitos, ya sea político, económico o empresarial.
Dentro del mundo organizacional la cultura del líder ha evolucionado en los últimos años, ya sea por los avances tecnológicos o por la necesidad de dar respuestas ante los problemas que se presentan en el entorno laboral. Existen diferentes tipos de líderes, que con sus ventajas y desventajas, van a variar según el tipo de empresa, equipo, funciones y contexto donde se encuentren.
Veamos con más detalle lo que significa e involucra el buen liderazgo y sus tipos.
Qué es el liderazgo
Dentro del mundo de los negocios, el liderazgo es entendido como la habilidad de motivar a un grupo de personas para alcanzar los objetivos comunes de la empresa. La figura del líder además de servir con humildad, debe inspirar a otros a actuar, creando un pensamiento crítico en los miembros del grupo para una mayor efectividad dentro de la organización.
Asimismo, la noción de liderazgo está relacionada con la capacidad de ir más allá de las tareas administrativas y se enfoca en desarrollar habilidades que permitan lograr los objetivos al mismo tiempo que se vela por el bienestar y la integridad de los miembros del equipo.
¿Por qué es importante un líder de equipo?
El papel del líder es importante en una empresa, ya que es el responsable de motivar a los miembros de su equipo para producir cambios en la organización.
El líder es considerado la figura que permite la correcta gestión para la consecución de los objetivos finales, para dirigir a los miembros de un equipo en los distintos procesos y desafíos a los que se enfrente la organización. Además de ello, el liderazgo es necesario dentro de cualquier negocio por las siguientes razones:
1. Ofrece orientación. Los líderes ofrecen un panorama general del negocio y mantienen informado al equipo de los distintos detalles y posibles problemas que se puedan presentar en el día a día para que el equipo alcance los objetivos propuestos.
2. Motiva e inspira. Para poder lograr la productividad laboral de los miembros de un equipo, es necesario potenciar y mantener la moral de los empleados y valorar su contribución al negocio. En este sentido, los líderes se encargan de impulsar la cultura de la organización, recompensar y apoyar al equipo para mantener el engagement alto.
3. Busca la innovación. La proactividad, capacidad de comunicación y priorización son una de las principales características que todo buen líder necesita tener para facilitar la adaptación de sus equipos de trabajo a nuevas tecnologías y dinámicas de trabajo como el home office.
4. Aprende y enseña en equipo. Un buen líder sabe alinear las necesidades del grupo con los objetivos y misión organizacional, buscando siempre el buen desempeño del negocio a través del aprendizaje de sus trabajadores y creando una identidad colectiva que permita que las personas se sientan satisfechas y motivadas con el trabajo.
Los 6 tipos de liderazgo más comunes
Podemos comprender que, el liderazgo empresarial en la actualidad busca ir más allá de crear una «autoridad» dentro del grupo de trabajo, o equipo, y en su lugar, busca crear nuevas formas de delegar funciones y fomentar el crecimiento del grupo a través de la comunicación y estrategias colaborativas. Así, a nivel laboral y psicológico, existen diversas formas de liderazgo:
1. Liderazgo autocrático
Aquel que busca imponer ante los demás sus ideas o condiciones. Se trata de un liderazgo unidireccional que lo que busca es que el equipo obedezca las directrices del líder, sin desafíos ni oposiciones.
Este liderazgo puede llegar a ser efectivo cuando la toma de decisiones necesitan realizarse rápidamente y busca evitar la procrastinación del grupo.
2. Liderazgo participativo
También conocido como democrático, es el último en participar en el proceso de toma de decisión en el equipo. Promueve el diálogo y toma en cuenta las opiniones de todos los miembros del grupo.
Este tipo de liderazgo tiene el reto de superar los desacuerdos entre los miembros y de mantener la colaboración entre todos.
3. Liderazgo carismático
Este tipo de liderazgo se caracteriza por su facilidad para entablar relaciones laborales. Crea un ambiente de sentimientos y sensaciones positivas y es capaz de desarrollar grandes habilidades comunicativas.
4. Liderazgo transaccional
Como su nombre lo indica, es un tipo de liderazgo de intercambio entre el líder y el grupo. Es un modelo que se orienta hacia los objetivos a corto plazo, donde los miembros son recompensados a cambio de esfuerzo.
5. Liderazgo Laissez Faire
Su significado al español hace referencia al “dejar ser”, entendiéndose como aquel líder que delega en su equipo la libertad de trabajar por cuenta propia. Carece de feedback regular y la figura del líder sólo interviene cuando es necesario, aligerando la excesiva rigidez organizativa de algunas empresas.
6. Liderazgo de servicio
Se caracteriza por un interés genuino hacia el desarrollo de los seguidores, por su preocupación sincera por el bienestar de aquellos antes del bienestar por sí mismo. Demuestra un sólido comportamiento moral, tanto hacia los seguidores como hacia la organización, los grupos de interés y la sociedad en general. El líder es, ante todo, sirviente de todos ellos. Es esta actitud de servicio la que lo lleva a liderar.
6 consejos para ser un buen líder
Sin importar el tipo de liderazgo dentro del entorno laboral, para ser un buen líder es necesario seguir una serie de útiles y prácticos consejos:
1. Invierte en talento. Si estás pensando en empezar tu propio negocio, bien sea físico o en línea, debes garantizar que tu equipo apueste por el aprendizaje constante que permita un desarrollo en la productividad y motivación de los miembros a formar parte del equipo.
2. Comunica. El conocer los sentimientos, pensamientos o inquietudes de tus colaboradores es clave para poder entender qué es necesario cambiar o mantener para el buen funcionamiento del grupo.
3. Promueve la colaboración. Se trata de dejar a un lado el individualismo, donde se creen relaciones saludables dentro del entorno laboral y una identidad corporativa común.
4. Confía y delega. Para lograr objetivos comunes es necesario asignar recursos y tareas, estar abierto a los cambios y mejoras, reconocer los éxitos y esfuerzos del equipo, aprovechar sus fortalezas, confiar en la experiencia y aprovechar al máximo sus capacidades.
5. Motivación. Como líder, es necesario ser empático, entusiasta y un apoyo, para así mantener el interés del equipo y alcanzar el éxito del grupo.
6. Celebra los logros: Cuando un miembro del equipo, o el equipo en sí, logra la meta u objetivo que les fue encomendado, el líder debe dar crédito, y recompensar el logro alcanzado, todo ello con el ánimo de motivar y reforzar la confianza.
«Si tus acciones inspiran a otros a soñar más, aprender más, hacer más y ser mejores, eres un líder» - Jack Welch.
En definitiva, todos los diferentes tipos de liderazgo empresarial tienen ventajas y desventajas, y será el líder el que según la naturaleza del trabajo y la estructura de la organización, pueda aplicar un estilo en particular. Es posible que se combinen las mejores características de los diferentes estilos de liderazgo para potenciar y mantener a los miembros del equipo contentos, sacar al máximo su rendimiento, concretar los objetivos organizacionales y llegar al éxito a través de la constancia y el trabajo de todo el equipo.
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