La tasa de interés o tipo de interés es el precio que se debe pagar por utilizar una cantidad determinada de dinero en un periodo de tiempo específico. Así como los bienes y servicios tienen un costo que debe ser pagado para adquirirlos, pasa lo mismo con el dinero.
La tasa de interés es un porcentaje del monto de dinero total que se va a utilizar, ya sea que se va a solicitar un crédito o préstamo, o que se está depositando dinero en una cuenta de ahorros. Esto implica que, mientras más dinero se solicite, más alto será el interés que debe pagarse, a pesar de que la tasa de interés sea la misma. Por ejemplo, no es igual tener que pagar el 2% de 1000 pesos que tener que pagar el 2% de 10.000 pesos.
Las tasas de interés no son calculadas de forma arbitraria. Las instituciones financieras que otorgan créditos o que mantienen cuentas de ahorros analizan el riesgo que implican estas operaciones para determinar el valor de la tasa de interés. A menor riesgo, menores intereses, y viceversa.
Parte del análisis de estos riesgos depende de la ley de oferta y demanda y, por lo tanto, depende del mercado. Cuando hay menores tasas de interés, hay mayor demanda de recursos financieros, pues el precio del dinero es menor. Por otra parte, una mayor oferta de préstamos y créditos suele asociarse a mayores tasas de interés, pues de esta forma las instituciones financieras obtienen mayores ganancias.
En la vida diaria es necesario saber interpretar cómo las tasas de interés pueden o no ser favorables para las distintas transacciones que una persona debe realizar. Por ejemplo, si se va a solicitar un crédito a un banco, conviene comparar las tasas de interés y elegir aquél que ofrezca menores tasas de interés.
Por otra parte, si se desea abrir una cuenta de ahorros, es más conveniente elegir un banco que ofrezca mayores tasas de interés, porque esto significa que el dinero que ahorres crecerá en el tiempo.
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