Un sistema de pagos es un conjunto de procedimientos y tecnologías utilizadas para transferir fondos de una cuenta bancaria a otra cuenta o para pagar bienes y servicios en línea o en tiendas físicas. Estos sistemas pueden ser administrados por bancos, instituciones financieras, empresas de tecnología o gobiernos.
El objetivo principal de un sistema de pagos es proporcionar una forma segura, rápida y eficiente de realizar transacciones y asegurar la circulación del dinero.
Los sistemas de pagos se pueden clasificar en dos grandes grupos: los de alto valor y los de bajo valor.
Se caracterizan por liquidar las transacciones el mismo día en que se realizan. Fueron creados originalmente para procesar transacciones financieras de las empresas, aunque actualmente son utilizados para todo tipo de pagos. Entre los más conocidos se encuentran:
SPEI es un sistema de transferencias electrónicas de fondos que permite enviar y recibir pagos en tiempo real entre cuentas bancarias de diferentes bancos. Es operado por el Banco de México y cuenta con medidas de seguridad para garantizar la integridad y confidencialidad de las transacciones.
SPID es un sistema de transferencias electrónicas que permite la liquidación de pagos interbancarios en dólares, su uso es más común entre personas morales. Este sistema fue desarrollado por el Banco de México y su objetivo es facilitar las transferencias entre cuentas en dólares de personas morales en México, reduciendo sus costos y tiempos de procesamiento.
Los sistemas de bajo valor son aquellos que procesan los pagos realizados por personas en un esquema diferido. Entre los más conocidos se encuentran:
Son documentos utilizados para realizar pagos que pueden ser expedidos por una institución financiera o cualquier persona que tenga una cuenta bancaria con fondos suficientes y autorización para emitirlos.
Son un instrumento de pago que permite enviar dinero de una cuenta a otra sin necesidad de acudir a una sucursal bancaria. Estas transacciones pueden ser realizadas tanto entre cuentahabientes del mismo banco como entre usuarios de distintas instituciones financieras.
Es un instrumento de pago también conocido como débito directo, mediante el cual un proveedor de servicios cuenta con la autorización del titular de una cuenta bancaria para realizar cargos recurrentes en esta por un concepto acordado.
Permiten el acceso a una cantidad de dinero prestado por el banco, que deberá ser amortizado en plazos o de manera inmediata según el contrato pactado, y conlleva el cobro de intereses y comisiones.
Permiten realizar pagos únicamente en función del saldo disponible en la cuenta bancaria, sin opción a realizar pagos a plazos y sin la necesidad de amortizar intereses adicionales al capital.
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